Te encontré de casualidad, en ese agujero oscuro y pequeño pero que de repente, sales te encuentras a esa persona que nada mas verle el corazón te palpita tanto que hasta te sale del pecho como si fuera un flechazo, y la única manera para relajarte es acercarte a el/ella a conocerle. Descubres cosas de esa persona que nunca habías conocido en nadie, piensas que ya la has encontrado pero aun no sabes quien es, no has escuchado su voz, no le has visto en persona, pero tienes la esperanza que es como esa persona que sale en tus sueños. En esos sueños que piensas que es todo real, que tienes a tu lado a la persona perfecta, que no tiene ningún fallo, ningún error...
Aun no la conoces, pero te tiras todos los días mirando su perfil, sus fotos, hablando con ella cada minuto del día para saber si realmente existe o no es mas que un simple sueño del que pronto despertaras.
Todos los días pensando, ¿en como sera? ¿como sera su voz?... Piensas en esa persona tan maravillosa que solo te va a proporcionar todo aquello que llevas tanto tiempo soñando, ese amor eterno, esos besos intensos y esos placeres que nunca has podido descubrir.
La verdad es que, te miras al espejo, te lo preguntas una y otra vez y sigues sin creértelo, piensas que es algo inexplicable o algo que realmente no existe.
Piensas que sientes algo, porque unas simples palabras tras esa pantalla te den confianza, ves que todo es demasiado bonito y sigues sin creértelo.
Llega el ultimo día, los nervios te corroen por dentro y no paras de andar para un lado y para el otro. Llega el momento de conocerle y llegas hasta incluso antes de la hora para verle caminar desde lejos mientras que el viento pega en su cara y poco a poco te acercas, la boca se te hace agua al no saber que hacer, estas receptivo el/ella también y ninguno de los dos sabéis que hacer, pero la primera impresión es daros dos besos, y preguntar que tal el día Pasan varios segundos, y no hay mas que silencio no sabes que hacer si besarle, si hablar con ella o llevarle a un sitio bonito para poder hablar tranquilamente. Echas todo el aire por la boca y le das valor a la situación, te quitas la vergüenza y le invitas a cruzar su brazo por el tuyo y a que te acompañe a un banco cómodo donde poder charlar. Desde ese momento ves que todo va genial, todo perfecto hasta que te besa y te quedas como si estuvieras en una nube...
Aveces el amor llega hasta por la misma casualidad.
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