TENÍAMOS UN MUNDO

Ve y cierra las cortinas todo lo que necesitamos es la luz de las velas. Tú y yo y una botella de vino. Voy a abrazarte esta noche porque los dos sabemos que yo me voy, como me gustaría que no fuera así... Toma esta copa y bebe conmigo, retrasemos nuestra tristeza, conservemos esta noche y luchemos contra el amanecer.
No quiero que venga el mañana, porque para mañana ya me habré ido. Ha quedado leña en el fuego y arde como yo me quemo por ti. El mañana viene con un solo deseo... el de llevarme lejos. No es fácil decir agur. Por favor cariño no llores, porque ya sabes que me tengo que ir, ojalá no fuera así. Aunque me vaya sabes que siempre quedara algo de mi en ti para que puedas recordarme siempre. Yo no te llevo en la mente, te llevo en el corazón y cuando me tumbo solo en la cama pienso que todavía no me ido y que todavía puedo abrazarte y poder hacerte feliz.
Tantas lagrimas compartidas en aquella noche, pero ahora solo nos queda el recuerdo que en aquel momento eramos felices y esas ganas de tenernos nos dará fuerzas para tirar adelante y poder mantener una sonrisa en nuestro corazón.

Lo que eramos tu y yo.