ZALOA:
A día de hoy, me siento orgullosa de quien soy,
de haber sido capaz de ver más allá,
he salido de un pozo sin fondo llamado soledad,
nadie comprendía, nadie lo entendía,
solo lágrimas veían, juzgaron demasiado,
demasiado hablaron, creyeron que sabían,
sin embargo nadie supo, que fina se volvía
aquella linea, esa que separa la muerte de la vida la que hacia y mantenía los latidos que morían. Cuantas veces, consideré acabar con esto,
secar mis lágrimas quitándole la vida al corazón, por suerte
siempre pudo la razón.
Siento orgullo, si, también por mi familia, no creas
que has sido mala hermana, faltaste en mi pasado
pero siempre habrá un mañana.
Amama, donde estás. Te fuiste, no volverás, mataría
por solo un segundo más, moriría por decirte lo que eres para mi
por que supieras que hoy, eres mi modelo a seguir.
A mis primas, que pequeñas sois,
enanas, lleváis la luz en la mirada,
no crezcáis.
Me voy lejos pero que sepáis que pronto vuelvo
para veros. Y sabed que os quiero, amor fiero, de aquí al cielo
incluso más.
Y tu, pequeño, no sabes lo grande que te hace,
que tu mayor orgullo sea el tener mis mismos ojos,
esos, que ojos, que son verdes a pesar de muchas veces estar rojos.
Solo espero una diferencia y es la ausencia de tus lágrimas
a cambio, de un inmenso brillo, querido primo.
A vosotros, Padre y Madre qué deciros,
Aita, me has faltado demasiado, te fuiste y
a pesar de que volviste mucho te perdiste,
y a ti ama, tu siempre has estado aunque de una forma rara.
A los dos, os quiero, con gran amor, amor incondicional,
hoy todo queda perdonado y lo siento
si os he fallado...
de haber sido capaz de ver más allá,
he salido de un pozo sin fondo llamado soledad,
nadie comprendía, nadie lo entendía,
solo lágrimas veían, juzgaron demasiado,
demasiado hablaron, creyeron que sabían,
sin embargo nadie supo, que fina se volvía
aquella linea, esa que separa la muerte de la vida la que hacia y mantenía los latidos que morían. Cuantas veces, consideré acabar con esto,
secar mis lágrimas quitándole la vida al corazón, por suerte
siempre pudo la razón.
Siento orgullo, si, también por mi familia, no creas
que has sido mala hermana, faltaste en mi pasado
pero siempre habrá un mañana.
Amama, donde estás. Te fuiste, no volverás, mataría
por solo un segundo más, moriría por decirte lo que eres para mi
por que supieras que hoy, eres mi modelo a seguir.
A mis primas, que pequeñas sois,
enanas, lleváis la luz en la mirada,
no crezcáis.
Me voy lejos pero que sepáis que pronto vuelvo
para veros. Y sabed que os quiero, amor fiero, de aquí al cielo
incluso más.
Y tu, pequeño, no sabes lo grande que te hace,
que tu mayor orgullo sea el tener mis mismos ojos,
esos, que ojos, que son verdes a pesar de muchas veces estar rojos.
Solo espero una diferencia y es la ausencia de tus lágrimas
a cambio, de un inmenso brillo, querido primo.
A vosotros, Padre y Madre qué deciros,
Aita, me has faltado demasiado, te fuiste y
a pesar de que volviste mucho te perdiste,
y a ti ama, tu siempre has estado aunque de una forma rara.
A los dos, os quiero, con gran amor, amor incondicional,
hoy todo queda perdonado y lo siento
si os he fallado...
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