JUNE:
¿Te acuerdas cuándo pasábamos las tardes juntos oteando el horizonte? ¿Cuándo el sol y el agua se fundían para crear el color más hermoso del mundo? Con tu ausencia me he dado cuenta de muchas cosas, y una de ellas es que ese color era tan hermoso porque lo observaba contigo.
Te necesito para ser feliz, que tu voz marca el son de los latidos de mi corazón, que el color de tu piel es más hermoso que el de nuestros infinitos horizontes. Hace mucho tiempo ya que te has marchado y la idea de no volverte a ver rompe mi corazón en mil pedazos. Sólo tú podrás recoger y volver a construirlo. Sé que por mi vida han pasado muchas mujeres que me han dejado huella y sabes perfectamente que eso me llevó a la bebida. Desde que te besé, no he vuelto a beber y seguiré así hasta que estés conmigo. Rezo por que la mujer de mi vida seas tú, con la que tener unos hijos que malcriar y con la que pueda ver una película romántica o un partido por igual. Con la que pasear por las calles dados de la mano y con la que discuta para convencerme de algo. Con la que me reconcilie cuando se me olvide la fecha de nuestro aniversario. Contigo, solo contigo. Nunca había pensado en tener hijos o casarme, en compartir mi patética vida con alguien; pero tener hijos contigo me parece un futuro muy atractivo. Que hereden tus preciosos ojos color caramelo y mi ironía aplastante, esa con la que te peleas todo los días. Quiero volver a verte y pasar contigo todas las luchas y batallas necesarias. Te amo y eso no va a cambiar jamás. Volveremos a vernos algún día, confía en ello.
esto es solo tu y yo.
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